1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW
CatástrofesBrasil

Inundaciones en el sur de Brasil: ¿qué falló?

Ines Eisele
16 de mayo de 2024

Las lluvias extremas en Rio Grande do Sul continúan, con gran número de muertos, desaparecidos y heridos. Según el presidente Lula da Silva y expertos, Brasil no estaba lo suficientemente preparado para la catástrofe.

https://p.dw.com/p/4fw8Q
Una vista aérea de calles inundadas y un río salido de su cauce.
Devastadoras han sido las inundaciones en Brasil.Imagen: Gustavo Basso/DW

Cuando comenzaron las lluvias, Roberlaine Ribeiro Jorge estaba de viaje de negocios en Europa y EE. UU. Al volver a su país, Brasil, su estado,Rio Grande do Sul, se encontraba en estado de emergencia. "Durante el viaje pensé: otra vez una fase de lluvias fuertes. Pero nunca me imaginé la magnitud de esto”, dice el experto en recursos hídricos e higiene medioambiental a DW. "Trabajo en esa área, pero las dimensiones me impactaron”.

Las inundaciones, que ya duran varias semanas, son las peores en la historia de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil. Entretanto ya se han confirmado 150 víctimas mortales, y casi la misma cantidad de desaparecidos. Cientos de miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares, la vida cotidiana está paralizada en gran parte, y en total hay más de dos millones de habitantes afectados por la catástrofe natural. Y sigue lloviendo.

En el sur de Brasil, fenómenos como las olas de calor y las precipitaciones extremas son frecuentes, sobre todo desde los últimos meses. El calentamiento del planeta los agrava, así como actualmente el fenómeno de El Niño, presente en la región. ¿Podría Brasil haberse preparado mejor?

Inundaciones en Porto Alegre, en el sur de Brasil.
Inundaciones en la ciudad de Porto Alegre, Rio Grande do Sul, Brasil.Imagen: Gilvan Rocha/Agencia Brasil/picture alliance

"Necesitamos una mejor protección civil y de catástrofes”

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ya admitió déficits en la protección ante catástrofes. El país "no estaba preparado”, dijo el lunes (13.05.2024). Según una encuesta del instituto de investigación de opinión Quaest, la mayoría de los brasileños y brasileñas piensa que se pudo haber evitado la tragedia. Pero ¿dónde están las fallas? Cinco días antes se emitieron alarmas sobre lluvias extremas, explica a DW Gean Michel, profesor del Instituto de Investigaciones Hidráulicas (IPH) de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS). Sin embargo, hasta que comenzaron las lluvias, el 29 de abril, se hizo muy poco, y también fueron insuficientes las medidas a largo plazo para enfrentar los fenómenos climáticos extremos.

"Eso no se justifica en absoluto”, señala Michel, "necesitamos una mejor protección civil y para catástrofes”. Si bien dicha protección está anclada en una ley nacional desde 2012, "hay problemas en su aplicación”, critica el experto. En las pequeñas comunidades, las oficinas de protección civil cuentan con solo una persona, que tiene poca o ninguna experiencia en el manejo de riesgos de catástrofe, y luego del cambio de gobierno, a los cuatro años, todo vuelve a empezar desde cero.

Diques, esclusas y bombas de extracción no están en condiciones

Asimismo, son muchos los problemas en las estructuras que protegen de las inundaciones, entre otras, diques, esclusas y bombas de extracción de agua que no fueron ni mantenidas en condiciones ni renovadas durante décadas. "En Puerto Alegre deberían haber podido contener inundaciones de hasta seis metros de altura”, aclara Roberlaine Ribeiro Jorge, profesor en la Universidade Federal do Pampa. "Pero los sistemas ya fallaron al alcanzar un nivel de 5,35 metros”, indica.

Además, los expertos ven necesario hacer cambios en la planificación urbana. Mucha gente vive demasiado cerca del agua, incluso contraviniendo las normas. La tarea de arquitectos y protectores del medioambiente será gestionar mejor el sellado del suelo en el futuro, a fin de evitar graves inundaciones.

Un hombre en un bote con un trozo de madera como remo, en Rio Grande do Sul, Brasil.
Muchas personas no perdieron solo sus hogares, sino también su fuente de trabajo en Rio Grande do Sul.Imagen: Gustavo Basso

Se necesitan medidas sostenibles

Por último, pero no menos importante, Roberlaine Ribeiro Jorge está convencido de que algo debe cambiar en la conciencia pública: "Desafortunadamente, muchas personas murieron porque aguantaron demasiado. Tenemos que entender que nuestras vidas son más importantes que un coche o una casa". Gean Michel habla de una "cultura de la prevención" muy marcada, por ejemplo, en Japón, debido a los numerosos terremotos y tsunamis, pero que en Brasil aún está en sus inicios. La población necesita saber más sobre cómo pueden reducir los riesgos y cómo comportarse en determinadas situaciones. También "debería haberse invertido más a nivel nacional, y la organización debería haber sido mejor a nivel federal. En lo comunal, se deberían haber aplicado más eficientemente las medidas”, añade.

Está por verse si la catástrofe medioambiental tendrá como consecuencia cambios en la política hacia una mayor sostenibilidad, en lugar de que se tomen solo medidas transitorias.

(cp/ers)